miércoles, 22 de agosto de 2007

Caminando por Brasil

En plena comuna de Santiago se encuentra el Barrio Brasil. Este lugar ha pasado por una serie de cambios a través de los años, consolidándose así como patrimonio de nuestra capital.

El esqueleto del barrio es la avenida Brasil. Su creación fue impulsada por Ambrosio O’higgins, quien decidió construirla con el objetivo de hacer un camino hacia Valparaíso. Esto no fue lo único que creó, ya que prontamente estuvo finalizada, comenzó a expandirse rápidamente un nuevo sector residencial.

La historia del barrio se remonta hacia mediados del siglo diecinueve donde comenzó a ser habitado por gente de altos recursos que conformaban la aristocracia de la época. Ellos construyeron grandes casonas las cuales fueron habitadas por más de setenta años, ya que luego decidieron emigrar hacia el sector oriente de Santiago, lo que hoy se conoce como el barrio alto. Esto provocó un deterioro considerable del lugar y por ende significó que se hicieran cambios importantes. Es así como a mediados del siglo XX hasta hoy, se ha intentado embellecer la zona. Para esto se ha recurrido a la cultura, al comercio y a la vida bohemia, que sin duda refleja lo que hoy es el Barrio Brasil.

A sólo pasos del metro República se encuentra el comienzo de la avenida Brasil. Es una calle de doble sentido separada por altas palmeras, de unos 5 metros, que le dan vida a un transitado lugar. Por ambas veredas es fácil observar comercio dedicado a los repuestos y accesorios automovilísticos. Hay distintas tiendas para todos los gustos. Están aquellas pequeñas, de no más de dos metros cuadrados, donde sus dueños colocan todas esas luces y chapitas metálicas amontonadas. Por otro lado hay aquellas más sofisticadas, con puertas que se abren automáticamente, donde sacas un numerito y hablas con una especie de doctor en pernos o tuercas. Caminando hacia plaza Brasil veremos todas estas casonas o mansiones antiguas de colores exóticos: rojos con amarillos, verdes con blancos, azules con celeste, etc. Estos son ahora restaurantes, lugares educacionales, pubs o pequeñas tiendas comerciales, por dar unos ejemplos. La mayoría de las murallas de estas estructuras están rayadas o pintadas con mensajes contraculturales, también hay muchas de estas que presentan un deterioro evidente y que hacen resaltar la antigüedad del barrio. De hecho, si uno observa con cuidado podrá ver la existencia de un tercer piso en varias casas. Estos están en pésimo estado y por lo general tienen una barandita de aspecto neoclásico acompañados de una que otra planta.

Llegando hacia Huérfanos encontramos el corazón del barrio: la plaza Brasil. Este es un lugar con muchas áreas verdes y juegos infantiles. Tiene más de un árbol legendario con raíces que sobresalen del suelo y con una altura que hace reflexionar a más de uno acerca de los años que llevan ahí. Los juegos, por su parte, presentan formas y colores abstractos pero que no impiden que los más pequeños lo disfruten. Todo esto es acompañado por distintas instituciones y locales. Entre ellos, la Novena Compañía de Bomberos, la Iglesia de la Preciosa Sangre, la Fundación Víctor Jara, centros culturales, restaurantes, clínicas psiquiatricas, botillerías, etc

Por la noche el barrio se transforma completamente, los pubs abren sus puertas a aquellas personas con hambre de pasarlo bien. Sin embargo, es un lugar peligroso, donde se ven historias de drogas, sexo y sangre.

Esta reseña es sólo el comienzo del reporteo de un barrio lleno información por ser descubierta y contada a toda persona que desee conocer más acerca de este interesante rincón de Santiago.

Subido por: Tomás Cifuentes M.

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