miércoles, 22 de agosto de 2007

Las caras del barrio Brasil

El barrio Brasil nace en la década del 20 del siglo pasado, se enmarcó como lugar de la creciente clase alta santiaguina que diariamente se reunía en la plaza del mismo nombre a hacer vida social. Pero con el tiempo, fue habitado por la también creciente clase media chilena. Actualmente el barrio, que comienza en la calle Brasil desde la Alameda hacia el norte, consta de numerosos locales de repuestos de automóviles, con calles en mal estado y un bandejón central muy bonito, compuesto de pasto y palmeras, en algunas partes incluso tiene flores. Al seguir caminando hacia el norte, a partir de Agustinas, disminuyen los locales de repuestos para dar paso a los locales de esparcimiento: varios pub`s y en menos cantidad restoranes y cafés, así también, el olor a aceite de motor es cambiado por el olor a café y a humo de cigarrillo. También es en esta esquina, donde el tipo de gente cambia. De ser hombres con overoles que atienden los locales, ahora son los dueños de pub`s los que abundan, junto a jóvenes que, apresurados, entran al preuniversitario Pedro de Valdivia, que está ubicado en dicha esquina. Al mirar a la derecha, un grupo de adolescentes con uniforme, salen del colegio del mismo nombre. La mayoría de ellos, apenas sale del establecimiento, prende un cigarro, y se reúnen a metros del colegio, para dirigirse a la plaza Brasil, que está a menos de dos cuadras de distancia. Al llegar a esta, lo primero que salta a la vista, son sus coloridos juegos. Obra de la artista Federica Matta, fueron inaugurados en 1993, en colaboración con la Municipalidad de Santiago y empresarios. En un costado de la plaza, hay alrededor de 15 puestos de feria artesanal, pero muchos están cerrados. En ellos, sobran los aros, anillos y pulseras de macramé, posters de artistas y de equipos de fútbol, entre otros productos. Caminando por la plaza, hay un grupo de niños que juegan en las bellas esculturas, la principal es azul, con una cabeza en la parte superior, si uno se acerca, puede mirar en su interior, el que está lleno de desperdicios. Mientras los niños juegan, un grupo de señoras, seguramente empleadas, los vigilan, mientras conversan animadamente, sentadas en otra escultura hecha para los efectos. En el costado sur, hay una rampla de skate, pero que está cercada por una reja con candado. Alrededor de la plaza hay muchos edificios, que no superan los 5 pisos, todos antiguos, excepto uno, ubicado en el costado norte. Este claramente desentona con el resto por su estilo moderno. En la misma calzada, está la 9ª compañía de bomberos, negocios de libros, un ciber café, También hay un colegio y el Galpón Víctor Jara. También hay un local de comida china, que llama la atención por su gran tamaño, su nombre: “Los Chinos Ricos”, es sólo una anécdota para quienes lo frecuentan , por la mala calidad de los alimentos. A las 5 de la tarde, el ambiente es muy tranquilo, la mayoría de las personas que lo rodean están terminando sus jornadas, y conversan sentados en la plaza, que claramente es el centro de reunión del barrio. Todo esto sucede mientras las llamativas palmeras vigilan las distintas escenas, y los juegos reciben a los pequeños que miran con asombro los vistosos colores. Definitivamente, estos son el broche de oro de este desigual barrio, que muestra distintas caras y facetas.
Subido por Mónica San Martín

1 comentario:

Marcela dijo...

Chicos de Brasil: aquí les mando el dato que leí en revista Paula. The Traschi Gallery, una galería de arte que funciona como tienda y escuela de arte, levantada en una casona de 1932, refaccionada. Queda en Catedral 2162, comienza a funcionar este jueves 30. Puede servir para una nota chica en el blog...
Sobre lo que han subido, me parece que falta material adicional. Están cumpliendo con lo que pedí (subir el primer avance), pero eso es el punto de partida. Todavía falta para que esto se convierta en un medio.
Inventen cosas: agreguen mapas, inventen rutas (la ruta de la cerveza en el barrio Brasil, por ejemplo, ¿les tinca?). Premiaré la creatividad.
Echo de menos material de la señorita Carrión. Y una fotito que identifique a los creativos.
Los seguiré leyendo,

la profe.